Durante este año de actividades institucionales, rompimos paradigmas, creamos, e innovamos. Nos dimos a la tarea de fomentar la justicia como actividad esencial que no admite demora ni puede suspenderse.
Un año en el que los servidores judiciales desde sus distintas adscripciones jurisdiccionales o administrativas no han cesado en el esfuerzo para rendir los resultados de los que ahora se da cuenta.
Consolidar la implementación de la reforma laboral, atender con sensibilidad la justicia con perspectiva de infancia, de género y para personas en situación de vulnerabilidad, entre otras actividades, fueron retos que hemos atendido puntualmente y que requieren atención prioritaria para los años próximos. Sin embargo, se han establecido las bases de una justicia que sea cercana a la gente y producto del esfuerzo de nuestro capital humano.
Reconozco a magistradas, magistrados, juezas, jueces, personal jurisdiccional y administrativo, la capacidad no sólo de atender con eficacia y eficiencia las actividades que tienen encomendadas, sino su capacidad propositiva. La presidencia del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura escucha y recibe las propuestas que pueden convertirse en grandes logros.
Muchas de las ideas creativas que se transformaron en una realidad efectiva para atender los problemas sociales, surgieron de escuchar a quienes forman la primera línea de atención al público. Hemos encontrado así, el camino para seguir creando. La institución tiene una gran historia, de tradiciones y esfuerzos compartidos. Tiene un compromiso de servicio frente a la sociedad mexiquense. Tiene una vocación de constante mejora en los servicios que brinda y tiene finalmente un ideal, que se materializa en el acceso efectivo a la justicia.
A mi esposa Jacqueline Zapfe Jiménez, Presidenta del Voluntariado y a mi hija Sofía Sodi Zapfe que colabora con ella, agradezco su entrega y compromiso, porque a pesar de que aún la emergencia sanitaria se hace presente, han sabido, con su equipo de trabajo, llevar a cabo acciones con compromiso social, con las cuales también se ha dado cuenta en este informe.
Al inicio de esta administración de la cual hoy damos cuenta de su segundo año de ejercicio, nos propusimos un ambicioso Plan Estratégico, que hemos podido desarrollar a pesar de las condiciones sanitarias y los problemas que originó la pandemia. Estamos convencidos que nada podrá detener el avance institucional y quienes integran el Consejo de la Judicatura han sido los mejores aliados para lograrlo.
Los formalismos del pasado cada día son superados por una justicia práctica, que nos permita entregar mejores resultados. Nos falta mucho camino por andar, pero el compromiso institucional es seguir trabajando cada día para hacer del Poder Judicial que cumpla su misión de impartir justicia como garante del bienestar socia y del estado de derecho para los mexiquenses.
La justicia mexiquense debe ser conocedora, para que no la engañen; leal, para que no la seduzcan; honesta, para que no la compren; valiente, para que no la asusten; respetada, para que no la ataquen; inteligente, para que no la confundan y efectiva, para que no la hinquen.
Calidad Humana al servicio de la justicia
Mgdo. Dr. Ricardo Alfredo Sodi Cuellar